Basura: no basta con tirarla, hay que separarla

La elevada producción de basura y el inadecuado manejo de ésta es uno de los grandes problemas ambientales. En la escuela podemos hacer mucho para evitar o disminuir la producción de basura y por lo tanto el impacto negativo al ambiente. Además de ayudar en la recuperación de los residuos sólidos como materia prima para obtener nuevos productos mediante el compostaje, que es la descomposición de la materia orgánica. Implementar un proyecto de separación de residuos generará un cambio muy positivo no solo en la escuela sino además en los hogares.

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Objetivo general

Transformar a la escuela en el principal promotor de un ambiente sano, integrando en el trabajo docente la participación activa en la solución de los problemas ambientales, promoviendo en los alumnos el aprendizaje de hábitos amigables con el ambiente y la salud.

Objetivos específicos

Favorecer una actitud responsable y reflexiva sobre el cuidado y conservación del ambiente al promover la separación de los residuos sólidos y el compostaje de la materia orgánica.

Promover alternativas naturales para transformar los residuos orgánicos, produciendo un impacto positivo en el medio ambiente.

Informar y sensibilizar a la comunidad escolar sobre los problemas de contaminación y salud que implica un manejo inadecuado de los residuos.

Realizar acciones prácticas y sencillas que fortalezcan hábitos y actitudes para disminuir la generación de residuos sólidos en la escuela.

Difundir, fomentar y concientizar a la población escolar la cultura de la separación de residuos.

Favorecer la tarea en equipo, elaborando un plan de trabajo desde la separación de residuos en reciclables y no-reciclables, recolección de la materia orgánica, mantenimiento del compost y aprovechamiento del abono para enriquecer el suelo.

Contenidos

Contaminación ambiental: Suelo, aire, agua.

Enfermedades y problemas en la salud a causa de la acumulación de basura.

Clasificación de los residuos sólidos: orgánicos e inorgánicos, reciclables y no-reciclables.

Descomposición de los materiales.

Proceso de reciclaje en distintos materiales.

La población y los hábitos de consumo: Reducir, reciclar y reutilizar.

Los recursos naturales y el ser humano.

Actividades y estrategias

Indagar con todos los alumnos qué tipo de residuos generamos en la escuela. Enumerarlos y luego clasificarlos según distintos criterios. Acercarse al concepto de reciclable y no-reciclable, orgánico e inorgánico.

La ruta de la basura, investigar a dónde va todo lo que tiramos en los cestos y qué se hace con ello, quién la recolecta y el destino final en nuestra ciudad.

Pensar qué otra opción existe para todo aquello que tiramos, de qué manera podría aprovecharse, dándole otra oportunidad antes de deshacernos de eso: reciclar, reutilizar.

Investigar cuáles son los problemas que acarrea la acumulación de basura: ambientales y en el hombre directamente.

Indagar diferentes tipo de contaminación y el impacto en el ambiente (seres vivos y entorno)

Diseñar juntos alternativas de solución, hacer una lista de cosas que podemos hacer para generar menos basura en casa y en la escuela. (Reducir nuestro consumo).

Elegir un elemento en subgrupos y darle muchos usos más antes de desecharlos (Reutilizar). Por ejemplo una botella, un bidón, un envase de yogurt, tapitas, chapitas etc. Buscar inventos creativos.

Experimentar con diferentes elementos orgánicos e inorgánicos, enterrarlos en envases con tierra, dejarlos un tiempo y luego destapar para observar lo que ocurrió. Hacer previamente un listado de hipótesis sobre lo que ocurrirá en cada objeto.

Elaborar compost con todos los desechos orgánicos que se recolecten en la cocina y el comedor, y el cartón y papel en las aulas.

Observar el proceso de descomposición de los diferentes elementos agregando lombrices californianas.

Investigar cómo actúan las lombrices y otros organismos del suelo en el proceso de descomposición. Observar y evaluar variables de temperatura, humedad y aireación.

Ubicar en diferentes sectores del colegio tachos bien señalizados, uno para elementos reciclables (botellas, envases tetra, plásticos, goma, latas, vidrio, telgopor, cartón, papel, radiografías, cd, tela) y otro para no-reciclables (restos de comida, elementos sucios que no pueden reciclarse, curitas, servilletas, vendas, carozos, grasas).

Realizar campañas, folletos, carteleras e indicaciones para la nueva manera de manejarnos institucionalmente con los residuos. Todos tienen que estar al tanto de la nueva modalidad para poder llevar a cabo el proyecto.

Extenderlo a las familias, buscando fomentar también desde el hogar la separación de los residuos.

Recursos

Tachos de diferentes tamaños señalizados reciclables y no-reciclable. En el patio grandes y en las aulas chicos.

Tachos marcado con orgánico en la cocina y en el comedor para el compost.

Compostera para depositar los desechos orgánicos y obtener abono de excelente calidad.

Lombrices californianas para acelerar el proceso de descomposición de la materia orgánica.

Pala de jardín (grande) para mezclar y airear el compost.

Tijeras de podar para cortar lo que se deposita en la compostera y acelerar el proceso de las lombrices.

Una zaranda para colar la tierra obtenida luego de la descomposición.

Duración

Todo el año y en todo momento se procederá a la separación de los residuos. Se buscará la manera de integrar las actividades de investigación y análisis de las diferentes situaciones a la planificación anual de cada docente.

Comenzaremos con las propuestas de indagación e investigación de la realidad (lo que ocurre en concreto en la escuela, la ciudad, el mundo) con respecto a los residuos. Luego diseñaremos estrategias y alternativas de solución, maneras de colaborar, propuestas prácticas.

Comunicaremos lo que vamos aprendiendo mediante carteleras, folletos, notas, sugerencias etc.

De a poco se logrará incorporar el hábito de la separación y luego resultará más fácil.

Evaluación

Observando los tachos se podrá evaluar el manejo o no de la separación de los residuos. Llevará tiempo ya que es adquirir un hábito, una costumbre, una nueva manera de manejarse con la “BASURA”. Con el tiempo se podrá evaluar el grado de compromiso ambiental y si hubo o no cambio de actitud a favor de nuestro entorno.